Ruta Barranco la Hoz
Ruta circular que recorre el singular paraje denominado de la Hoz del Río Carbo
Tomamos el inicio de la ruta en la desembocadura del Río Carbo al Río Villahermosa, en el área recreativa de la población. Desde aquí nos dirigiremos a la entrada del Barranco de la hoz, (tramo final del Rio Carbo) y cruzando por debajo del nuevo puente de la carretera CV-175.
Para coger el nivel correcto de la entrada a la senda, al llegar bajo el puente más viejo subiremos por la pista situada a la derecha y que nos conducirá a la parte superior. Una vez aquí, nos internaremos en el paraje de la Hoz siguiendo la senda que parte del lateral del mismo puente.
Al comenzar el sendero, nos sorprenderán los imponentes roquedos que lo encajonan. En ellos es fácil apreciar gran cantidad de aves que utilizan sus grietas y recovecos para instalar sus nidos, así como grupos de cabras montesas que buscan refugio en las escarpadas paredes.
Unos metros más adelante, la ruta discurre sobre la plataforma de un conducto enterrado y que será nuestra guía en varios tramos del sendero. A partir de ese punto, el barranco se ensancha en un meandro descubriéndonos un paisaje de gran belleza. Merece la pena dedicar unos minutos a contemplar las caprichosas formas que la erosión del agua y el viento han configurado a las rocas que flaquean cada lado del río.
Antes de continuar nuestro recorrido aprovecharemos para reconocer algunas de las plantas que pueblan este rincón y que harán las delicias de cualquier aficionado a la botánica por la gran biodiversidad de especies.
Más adelante, tras atravesar un campo yermo, el camino se estrecha a lo largo de 40m dando paso a otro bancal que aprovecharemos para rescatar del pasado otras formas de vida y aprovechamiento del medio. En la pared de piedra seca que sostiene el bancal de arriba encontraremos una serie de piedras sobresaliendo encajadas en él a modo de escalera que servía para salvar los desniveles entre los campos. Otro vestigio de las construcciones relacionadas con antiguas formas de cultivo en la zona se encuentra en la orilla opuesta del río, en la que se observa una pequeña acequia pegada a la pared que servía para conducir el agua de riego del río hasta los campos más elevados salvando los accidentes orográficos del terreno.
Acabando el campo, el sendero cruza el río y discurre por la orilla opuesta cruzando por debajo de una suerte de ‘’acueducto’’ utilizado, al igual que la acequia anterior, para hacer llegar el agua de riego a las zonas de cultivo más elevadas. El camino abandona el cauce del río unos metros más adelante y aparece ante nosotros el conocido por los villahermosanos, como ‘’el puente romano’’ construcción de estilo románico-gótico (siglo XII).
Una vez en el puente tomamos la empinada pista de hormigón que asciende por la izquierda para dirigirnos al núcleo urbano.
Al llegar a la población de Villahermosa, nos dirigiremos, por delante de los lavaderos y a través del Arco del Cura hacia la plaza del Ayuntamiento. Este es un buen lugar para tomarse un descanso y disfrutar de la reconfortante agua de la fuente en la Plaza del Ayuntamiento.
Tras reponernos de la subida, tomaremos a la izquierda la calle Olmos para llegar a la plaza de la Iglesia, una vez allí, descenderemos la escalinata que nos dirigirá hacia la bajada al río Villahermosa (en dirección al criadero de salmónidos).
Al llegar al rio cruzaremos al margen derecho, y tomando la pista que lo recorre, nos dirigiremos río abajo en dirección al área recreativa donde comenzamos nuestra ruta (para lo cual tendremos que cruzar de nuevo el río a su margen izquierdo siguiendo las marcas del GR-7).